La capital michoacana hoy vuelve a alazar la cara frente al mundo. Esta vez, no solo como joya arquitectónica del virreinato ni como destino cultural para el turismo global, sino como un nuevo epicentro para la inversión productiva.
Desde Los Ángeles, California, ciudad donde late fuerte el corazón migrante mexicano, el presidente municipal de Morelia, Alfonso Martínez Alcázar, ha lanzado un mensaje que no solo interpela al empresariado: interpela también a las y los ciudadanos que creen en el potencial de su tierra.
“Es una reunión muy importante, porque nosotros buscamos poner a Morelia en el mapa del mundo, como un destino de inversión, no solo de turismo. Hemos dialogado con varios empresarios, la mayoría de origen mexicano, y hemos visto que Morelia es conocida como un sitio atractivo para el turismo. Ahora vamos a fortalecer su presencia como captador de inversiones”, detalló.
¿Y cuáles son esas ventajas? En primer lugar, la ubicación estratégica de Morelia, punto de confluencia para la agroindustria, la transformación manufacturera y la logística. En segundo, un aeropuerto internacional que comienza a despertar el interés de empresas con visión de largo plazo, dispuesta a apostar por el mantenimiento y expansión de vuelos comerciales. En tercero, una inclusión oportuna dentro del mapa de polos de desarrollo económico delineado por el Gobierno de la República.
La apuesta no es menor: poner a Morelia en el mapa de las inversiones globales es también reconocer que el talento local, la estabilidad institucional y la visión de largo plazo pueden convivir.
Hoy, Morelia busca ser reconocida no solo por su belleza, sino por su capacidad de generar riqueza compartida, bienestar y desarrollo para su gente
