La incorporación de Julio Moguel como asesor de la secretaria de Educación en Michoacán, Gabriela Desirée Molina, generó incomodidad en diversos sectores de Morena. Su historial político lo vincula directamente con el bloque del PRD que encabezó Rosario Robles, su exesposa, y con quien compartió espacio durante el periodo de la llamada “Estafa Maestra”.
Moguel ha intentado, sin éxito, insertarse en distintas estructuras institucionales durante los últimos años. Incluso, en 2019, la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat) desmintió públicamente cualquier relación laboral con él, subrayando su compromiso con la transparencia y el combate a la corrupción.
La dependencia aclaró entonces que jamás lo contrataría y se deslindó de sus intentos por acercarse a la administración pública federal.
Con un perfil señalado por oportunismo político, Moguel representa un sector del cardenismo tardío que ha perdido fuerza dentro de Morena.
Sin embargo, su acercamiento con Gabriela Molina
revela un intento de la funcionaria estatal por construir alianzas internas de corte nostálgico-lazarista para consolidarse políticamente, a pesar del desgaste reputacional que eso podría acarrear.
Se sabe que Moguel participará en los llamados proyectos de “Editorial Cuarta República”, que Molina promueve como anclaje discursivo de su gestión.
La apuesta, sin embargo, dista de generar consenso: mientras algunos la interpretan como una jugada de fortalecimiento ideológico, otros advierten que la figura de Moguel arrastra un pasado que contradice los principios fundacionales de la llamada Cuarta Transformación.