Morelia, Michoacán.- El próximo 10 de mayo, mientras miles de familias morelianas saldrán a comprar flores, regalos o a visitar los panteones, el gobierno municipal desplegará un operativo especial. La medida no es casual ni trivial. Responde a una necesidad básica pero fundamental: garantizar el orden público en una de las fechas más emotivas —y caóticas— del calendario mexicano.
La administración de Alfonso Martínez Alcázar, a través de la Secretaría de Servicios Públicos y la Dirección de Mercados y Plazas, coordinará la supervisión de 171 comercios en puntos clave de la ciudad: desde la explanada del Mercado Independencia hasta los alrededores de panteones y colonias populares. En papel, se trata de vigilar la alineación de puestos, mantener limpias las zonas y evitar en desorden. En la práctica, significa ejercer el delicado arte de gobernar en el espacio público.
Y es que el 10 de mayo en México es mucho más que una efeméride. Es una explosión emocional, comercial y cultural que transforma las dinámicas urbanas. Donde hay afecto, también hay caos. Por eso es relevante que el municipio anticipe los problemas y no solo reaccione cuando el desorden ya es noticia.
en el fondo, este operativo no es solo para cuidar a las madres. Es para cuidar la ciudad. Y, de paso, recordarnos que el orden no se impone, se construye, incluso en días tan emotivos como el 10 de mayo.