Morelia, Michoacán.– El intento fallido de Raúl Morón Orozco por ingresar a Estados Unidos, que derivó en la cancelación de su visa americana, ha colocado al senador michoacano en el centro de la polémica. El hecho no solo expone un revés personal, sino que también despierta interrogantes sobre las relaciones que lo rodean y el escrutinio de las autoridades norteamericanas hacia su entorno.
Entre esas amistades destaca Simón Levy, empresario y exsubsecretario de Turismo del gobierno federal, quien ha sido señalado en México por amenazas y conflictos legales. Actualmente, Levy radica en Estados Unidos en calidad de prófugo, situación que inevitablemente vincula su nombre con las restricciones que enfrenta Morón para pisar suelo estadounidense.
El escenario se complica aún más si se recuerda que otro de los cercanos a Morón, el exgobernador de Michoacán Silvano Aureoles Conejo, también se encuentra prófugo de la justicia. Con dos de sus amigos más visibles bajo ese estatus y la visa retirada, el panorama de Raúl Morón queda marcado por la sombra de sus vínculos y por la desconfianza que generan más allá de la política local.