Gabriela Ortega Molina, alcaldesa morenista del municipio de Colilpa, Veracruz, fue retenida por fuerzas federales durante un operativo en una propiedad presuntamente vinculada a la familia de Rafael Caro Quintero. La presidenta municipal fue localizada en el interior del rancho “Los Quintero”, ubicado en Vega de la Torre, en el contexto de la búsqueda de un empresario desaparecido.
Todo apunta a que el inmueble pertenece a José Gil Quintero, señalado como sobrino de Caro Quintero y considerado uno de los generadores de violencia en la región. La operación fue desplegada como parte de las acciones para localizar a Neptalí González López, empresario maderero de 35 años, desaparecido desde el pasado 18 de julio.
Aunque Gil Quintero y sus escoltas habrían logrado evadir el operativo, la alcaldesa Ortega Molina permaneció bajo resguardo de las autoridades por un lapso aproximado de ocho horas. Hasta el momento, no se ha confirmado si la funcionaria se encontraba en calidad de visitante, testigo o si existe alguna línea de investigación que la involucre directamente.
Hasta el momento, la alcaldesa, electa para el periodo 2022-2025, tampoco ha emitido declaraciones públicas sobre su presencia en la propiedad vinculada a la familia del exlíder del Cártel de Guadalajara, uno de los más buscados por autorides mexicanas y estadounidenses durante décados.
Este caso revive cuestionamientos sobre la presunta colusión entre autoridades municipales y redes criminales en Veracruz, un estado marcado por desapariciones, corrupción y una violencia persistente en diversas regiones.
El silencio oficial, tanto de la alcaldesa como de las instituciones involucradas, deja abiertas numerosas preguntas: ¿Qué hacía Ortega Molina en el rancho Los Quintero? ¿Cuál es su vínculo y si alguno, con el entorno de Caro Quintero? ¿Por qué no se ha esclarecido su situación legal tras permanecer ocho horas bajo resguardo?