Tepalcatepec, Michoacán. — En este municipio de Tierra Caliente persisten señalamientos graves contra la administración encabezada por el entonces alcalde Guillermo Valencia Reyes. Expedientes oficiales, testimonios de autodefensas y documentos financieros describen un esquema de presuntas irregularidades que incluyen desvío de recursos, pagos a empresas sin obra comprobada y transferencias a personas vinculadas —según las denuncias— al crimen organizado.
Los documentos, entregados desde 2013 al Congreso del Estado, muestran depósitos por montos significativos a constructoras sin referencia de trabajos realizados, así como transferencias a cuentas personales y beneficiarios no identificados plenamente. Integrantes de las guardias comunitarias sostienen que estos movimientos financieros favorecieron a operadores locales de Los Caballeros Templarios, mientras que algunos de los pagos parecen corresponder a nóminas infladas o a presuntos “aviadores”.
A pesar de las denuncias, la Auditoría Superior de Michoacán emitió en su momento una constancia de ausencia de observaciones para el Ayuntamiento de Tepalcatepec, un acto que coincidió con la divulgación pública del expediente por parte de las autodefensas. Legisladores que recibieron el material prometieron llevar el caso al pleno, pero el asunto quedó detenido en comisiones y no ha avanzado desde entonces.
Las tensiones entre la comunidad y el alcalde se agravaron cuando los grupos de autodefensa lo expulsaron del municipio, argumentando vínculos con integrantes del cártel. Desde Morelia, Valencia Reyes ha negado las acusaciones y ha sostenido que es víctima de amenazas, respaldado por un grupo de comunicadores contratados para difundir su versión. Mientras tanto, habitantes de Tepalcatepec relatan episodios que van de presuntas reuniones obligadas con líderes criminales hasta decisiones municipales polémicas que reflejan, dicen, un estilo de gobierno marcado por excesos.
Alcaldes de la región también han señalado que varios funcionarios municipales asistían a encuentros convocados por Los Caballeros Templarios, donde —afirman— eran presionados para entregar parte de los recursos públicos. Entre ellos, algunos identifican a Valencia Reyes como uno de los asistentes frecuentes. Estas acusaciones continúan sin resolverse institucionalmente, mientras la situación alimenta la percepción de que, en esta zona de Michoacán, los expedientes que tocan al poder suelen quedar archivados.

